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Tema # 27 – Técnica para disolver el Yo. Los Detalles




Libro: El Aguila Rebelde.- Autor: V.M. RABOLU.- Capítulo: Los Detalles y La Muerte en Marcha

PREGUNTA. Tenemos una persona en fase B, que no estamos en cien por cien seguros si él todavía pertenece a la Rosa Cruz, pero él va, él viene. Cosas de la vida que cuando él viene hay un fogueo, él se foguea normal pero no tiene todavía claro las cosas, sobre la eliminación del ego o algo así y las prácticas... yo creo que es eso lo que lo atranca.

V.M. RABOLÚ. Es que en la eliminación del ego, había un conflicto o casi imposible, tal como lo entregó el Maestro, Samael; pongámosle, mire: éste es un árbol con muchas raíces, ¿no? Tiene la raíz principal, tiene la cantidad de raíces pequeñísimas, que dependen de él, así. Bueno, pongamos que éste es un ego, de la ira, del orgullo, cualquier ego.


Es imposible nosotros ir a llegar a comprender este ego, si tiene todos estos derivados de él, pues viene a ser el alimento del árbol.

Un árbol por ejemplo, cualquier árbol que sea, tiene su raíz principal, que es la que sostiene al árbol para no dejarlo caer y echa otras gruesas a los lados que la ayudan a sostener para que el aire no la tumbe, pero de esas raíces gruesas que son éstas, dependen miles de raíces pequeñísimas que son las que alimentan el árbol. Las otras raíces gruesas no hacen sino sostenerlo ahí, pero él se alimenta con todas esas ramificaciones de raíces que echa, que esas van para la superficie de la tierra, arrastrando las vitaminas que necesita el árbol, el sustento.

Entonces, eso sucede exactamente igual con el ego de nosotros, o los egos.

Tenemos el ego de la ira, pero de este dependen muchísimos que son los que lo alimentan; el ego se sostiene por todas esas raíces, todas estas ramificaciones diminutas, que son los detalles. Por los detalles está vivo el ego. Si empezamos a quitarle las raíces, empieza a desnutrirse y a morir; de lo contrario no podemos. Entonces, como da el Maestro: “que acabar el ego de la ira”, pero ¿cuántos egos de la ira o manifestaciones tiene ese elemento?, entonces, ¿mo lo comprende uno? no los puede comprender.

Entonces, si empieza uno a quitarle el alimento al ego, entonces empieza a comprender y empieza a perder fuerza. Eso es inevitable.

El Maestro habla en otros términos de esto, tal como lo estoy explicando yo. El usaba otros términos: ‘Hay que morir de momento en momento, de instante en instante; que esa frase yo no la entendía y decía “pero ¿cómo, qué va a morir de instante en instante, de momento en momento? El se refiere a estas manifestaciones diminutas, que uno no les “para bolas”, que cree que no es defecto, y ese es el alimento que está alimentando el defecto, por todas esas raíces diminutas, van y van alimentando el defecto; entonces, si empezamos a quitarle eso, el defecto muere, o mejor dicho, el ego muere, empieza a decaer de una vez, porque él se alimenta por todo esto. Entonces es la vida de él. Si le empezamos a quitar eso, el resultado es la muerte.

Miren: yo empecé a morir fue con los detalles. Esto que les estoy diciendo de los detalles, no lo estoy hablando por teoría; estoy hablándolo, que hice así mi trabajo desde que empecé la Gnosis, con estos detalles. Pero yo no sabía que era morir, sino que por estos detalles va uno, por ejemplo: va uno a recibir una Iniciación, lo llaman a uno para entregarle una Iniciación que se ganó; le salen todos estos detallitos a uno en el camino y por un detalle de esos puede perder una Iniciación, un grado. Entonces yo empecé, como yo salía mal en lo interno, cuando iba yo a recibir un grado, por un detalle de esos me quedaba; entonces me ganaba era un gran regaño de los Maestros y entonces ya venía aquí porque le dicen a uno: “Id a la escuela a aprender, no sabes nada”, pero regañado.

Entonces, venía yo a darle duro a esos detalles y empecé y entonces salía bien en las pruebas que me tiraban, porque estas son pruebas que le tiran a uno; entonces ya recibía mi grado, lo que me iban a pagar, y entonces yo empecé a trabajar fue con los detalles desde que comencé yo la Gnosis, pero no sabía que era muerte sino yo era por salir bien en los llamados que me hacían para hacerme un pago, porque para hacerle un pago a uno lo llaman, entonces, pero primero antes de llegar, le salen a uno los detallitos; que si se encontró  una  monedita,  por  ahí  uno  la  agarró.  Bueno,  ese  es  un  detalle.  Así,  cosas insignificantes que uno no cree que es prueba, esos son los detalles, entonces si empieza uno por ahí el ego va muriendo, se va desnutriendo y va muriendo; eso es inevitable.

Esa es la Muerte, verdaderamente, que yo le he encontrado fondo, porque como lo enseñó el Maestro no es que yo quiera saber más, porque como les digo yo él habló de morir de instante en instante, de momento en momento, está relacionado con eso de los detalles, le faltó aclarar no más, para haber entendido eso, pero él estaba sobre eso. El Maestro Judas, llama a este trabajo “pulir, pulir, pulir y pulir”.

PREGUNTA. ¿Eso también se puede hacer igual con los pensamientos?

V.M. RABOLÚ. Es que con todo, es que con todo. Ahí se aplica la muerte en marcha, que afloró un detalle de esos: “Madre mía, desintégrame este defecto”, enseguida, enseguida, no esperar para mañana o pasado, sino enseguida, instantáneamente; que la Madre Divina con su poder, como estos son detalles, no son tan fuertes, los desintegra con facilidad.

PREGUNTA. Pero siempre en la noche hacer un análisis también de esto ¿o no?

V.M. RABOLÚ. No, durante el día déle a la muerte en marcha, déle. No se ponga a perder más tiempo, sino déle de instante en instante, de momento en momento y verá.

PREGUNTA. ¿Eso es blanquear el latón”?

V.M. RABOLÚ. Blanquear el latón, para que la luz pueda brillar.

PREGUNTA. Maestro a veces, quizás falta de voluntad para trabajar con esa inquietud, con esa gana. ¿Cómo podemos hacer para activar esa voluntad, para esa rebeldía?

V.M. RABOLÚ. Estar pendiente de uno mismo. Cuando uno se olvida de uno, comete errores; estar uno pendiente siempre de uno. De lo contrario se olvida y ahí vienen cantidad de errores de uno.

Entonces, ¿está entendido lo que es la muerte en marcha y cómo se va eliminando el ego, se le va quitando la potencia, la fuerza?

PREGUNTA. Quizás ha habido un error o algo que nosotros hemos tenido mucho tiempo; y es que durante el día ha habido un trabajo deficiente y hemos querido dejarlo todo para la noche.

V.M. RABO. No, no, no, esto es de instante en instante como dice el Maestro Samael, esa  es  una  verdad.  Estar  pendiente  de  uno  mismo,  y  ¿qué  pasa?  va  despertando  uno conciencia enseguida; no se olvida de uno mismo, es un ejercicio muy bueno.

PREGUNTA. ¿O sea que esto sustituiría el trabajo que siempre hemos hecho de la muerte del ego?

V.M. RABO. Es que mire, a mí me llamó mucho la atención eso, porque yo pienso mucho en la humanidad mo bregar a impulsarlos, eso me hizo investigar mucho, porque todo mundo habla de la muerte y quiere morir y ¿por qué no ha muerto ninguno?, entonces eso me llamó la atención mucho, ¡claro! faltaba aplicar este trabajo, porque así, así en bruto como lo entregó el Maestro, “que acabar con la ira, con el orgullo”, ¡no!, nadie lo va a acabar, nadie lo va a acabar así. Cómo comprende uno la ira o el orgullo si tiene miles de manifestaciones diminutas que uno cree que no es nada, y es, porque de ahí se está alimentando el ego.

PREGUNTA. Y hay que saber de dónde viene un detalle, si es ira, orgullo ¿o no importa?

V.M.  RABOLÚ.  No  importa,  usted  pídale  a  la  Madre  Divina  instantáneamente; “desintégrame este defecto” ¡ya!

PREGUNTA. ¿Tiene uno que imaginárselo, Maestro?

V.M. RABOLÚ. Según la manifestación del detalle, uno le pide a la Madre Divina; uno no tiene que imaginarse ni de dónde viene ni para dónde va, y hacer consciente la petición, imaginar que la Madre Divina lo desintegró, ¡eso!

PREGUNTA. Maestro, pero no habrá que ser un poquito, como sentir lo que uno acaba de hacer, ¿no?, porque si uno lo hace todo mecánico.

V.M. RABO. Claro, estando pendiente de uno mismo, se da cuenta de cualquier detalle que se asome o se manifiesta.

PREGUNTA. ¿O siente como un poquito de arrepentimiento?

V.M. Rabolú. Claro, en el momento que uno le pide a la Madre Divina, tener esa seguridad que lo eliminó; tener esa seguridad, es fe en la Madre Divina.

El Maestro Samael por ejemplo, allá fue un misionero y le dijo: de todos mis estudiantes, el único que está muriendo es Joaquín; que está muriendo de verdad”, pero yo estaba muriendo era con todos estos detalles, yo no estaba yéndome a lo grande, ¡no!, sino todos los detalles y a eso le debo la conciencia que tengo, a ese trabajo. Entonces yo no he estado hablando de una teoría, sino lo he ido viviendo, ¿no?, lo que he ido viviendo nada más.

PREGUNTA. Y usted Maestro, si me permite una pregunta, usted luego con esos detalles, luego se dedicaba a estudiarlos más profundamente ¿o solamente con este trabajo diario era suficiente?

V.M. RABOLÚ. Es que mire, un detalle de estos, diminutos, eso no tiene mucha fuerza. Entonces la Madre Divina instantáneamente lo desintegra; desintegrado ya no tiene uno que romperse la cabeza uno pensando en ese detalle, ¡no!, tener seguridad que la Madre Divina lo eliminó, lo desintegró.

PREGUNTA. Sí, pero la meditación en la muerte del ego que uno va a hacer o también tiene que hacer en la noche, ¿sería sobre sus defectos gordos?

V.M. RABO. Mire, voy a explicarle esa parte que es muy importante: Yo nunca he hecho esa meditación, no la he hecho, ¿por qué?, porque nosotros vamos muriendo por etapas, por dimensiones. Aquí hacemos una limpieza, pongamos un ejemplo: Usted coge una camisa blanca, sucia, ¿usted la saca de la primera jabonada, o la jabona y después le da otra, hasta que blanquea? Bueno, eso somos nosotros con el ego, exactamente igual, igual, no en una sola va a quedar uno blanco, porque hay que advertir que el Yo Causa está ahí y el Yo Causa no se desintegra con este trabajo; el Yo Causa se desintegra conscientemente, y es el último trabajo que tiene que hacer uno; entonces nosotros vamos es por etapas.

PREGUNTA. ¿Usted más bien iba en el mundo Astral a trabajar con los yoes, después?

V.M. RABO. Uno tiene que trabajar aquí, en el Astral en el Mental y por último en el Causal, todo en orden que uno en estos trabajos, por ejemplo aquí, va rescatando mucha conciencia que entonces permite moverse  a voluntad                            en otras dimensiones, conscientemente y hacer su trabajo.

PREGUNTA. Entonces ¿mo se combina este trabajo de instante en instante, que creo que vamos entendiendo con lo que nos decía usted también y el Maestro Samael? , de dedicarnos únicamente a un solo ego

V.M. RABO. Yo cometí ese error, no me da pena decirlo, de elemento por elemento, pero no tenía en cuenta yo esos detalles, porque cuando eso, yo no creía en esos detalles, ahora que descubrí mo es la muerte, entonces este lo deja a uno quieto, pero está dándole uno es a todo el ego, a todo; al orgullo, codicia, lujuria, venganza, ¡todo!, generalmente todo lo que se le salió a uno ¡pam!, déle, déle, déle y ahí va muriendo.

PREGUNTA. ¿Es trabajar todos a la vez?

V.M. RABOLÚ. Con todo lo que le salga a uno.

PREGUNTA.  Pero,  por  ejemplo,  ya  en  la  Alquimia  por  ejemplo,  ¿a  cuál  nos dedicaríamos?

V.M. RABOLÚ. En la Alquimia, por ejemplo, hay unos detalles que no alcanza la Madre Divina a desintegrarlos, porque son fuertecítos, entonces en la Alquimia uno ve que ese elemento siguió manifestándose, en la Alquimia entonces le pide a la Madre Divina la desintegración de ese elemento.

PREGUNTA.  Hoy  por  ejemplo,  Maestro,  perdone  la  insistencia  pero  esto  es  muy importante para nosotros.

V.M. RABOLÚ. No, es que esto es importantísimo, es la base para nosotros.

PREGUNTA. Entonces, hoy ese detalle fuerte ha sido del orgullo, en la noche, en el trabajo de la Alquimia pido por el orgullo, pero mañana a lo mejor es de la envidia,
¿entonces pido de la envidia?

V.M. RABOLÚ. Al que le salga, al que le salga, no tenga usted excepción sino con todo lo que le salga a uno.

PREGUNTA. Como el Maestro Samael hablaba de que... yo no quiero desgranar mucho esto, perdóneme que quiero insistir mucho pero hablaba de que cazar diez liebres al mismo tiempo y todo esto...


V.M. RABOLÚ. Sí, pero entonces como va en un orden, no cinco o diez le van a molestar a la vez sino es uno, usted le da a ese detalle.

PREGUNTA. ¿Al día siguiente salió un detalle de otro ego?

V.M. RABOLÚ. Otro sale, o al rato que sea.

PREGUNTA. No, pero ya nos referimos ahora al trabajo de la Alquimia.

V.M. RABOLÚ. Entonces uno le va dando al que ve que insiste, se le da en la Alquimia.

PREGUNTA. ¿Es como ir rebajando todos los egos?

V.M. RABOLÚ. Todo, todo, todo, va muriendo en el tronco, el ego en va muriendo todo, porque va perdiendo toda la fuerza.

PREGUNTA. Si uno por ejemplo, ve que lo que más tiene o algo que tiene muy fuerte es la  autoconsideración  por  ejemplo,  ¿no?,  que  le  salen  muchos  detalles  durante  el  día, aparecen por ahí, entonces debería uno de darle a todos los defectos, pero, centrarse más, por ejemplo en la Alquimia, en la autoconsideración?

V.M. RABOLÚ. Mire no, es que mire, un defecto que tiene siempre uno, el principal hablémosle, se manifiesta, pues a ese se le da cada vez que se manifieste dale, y dale, y dale y dale, al que más insista se le va dando , cuantas veces quiera manifestarse dale, así.

PREGUNTA. Pero pasa esto Maestro, por ejemplo la “flojera”, que por eso estamos aquí,
¿no?, porque somos muy “flojos” para trabajar; cuando nos proponemos a trabajar con la flojera, nos activamos, hacemos una semana prácticas, todas las prácticas que queramos y después llega de nuevo esa pasividad.

V.M. RABO. Mire, esa pasividad viene, que es cuando se provoca una noche, entra una noche dentro de uno cuando se queda uno quieto, es por las prácticas mal hechas, mal hechas. Cuando uno hace una práctica y le da resultado, entonces coge más fuerza, se provoca un nuevo amanecer dentro de uno, pero si la hace mal hecha, como no encuentra resultado, viene la pasividad, la pereza, ¿no? Hay que siempre hacer las prácticas con concentración.

Ninguna  práctica  de  las  que  da  el  Maestro,  ninguna  falla;  fallamos  nosotros,  porque estamos haciendo una práctica aquí y pensando por allá en el negocio, en cualquier cosa. Entonces no hay concentración, no puede dar resultado la práctica, no puede dar. Entonces son las fallas. No le dedica uno el momento a lo que está haciendo y como les decía yo ahora, en el diario vivir, en su trabajo físico, le va dedicando su tiempo, entonces es una educación que va recibiendo de una vez.

PREGUNTA. ¿Aprovechar la vida diaria?

V.M. RABOLÚ. Diaria, diaria.

PREGUNTA. ¿Poner la vida diaria en función del morir?

V.M. Rabolú. Claro.

PREGUNTA. ¿Que en función de otra cosa?

V.M. RABOLÚ. Sí,

PREGUNTA. Un poco como orientación que podemos decir y bueno, y tener todos es que si nosotros estamos haciendo una práctica de muerte del ego una hora diaria, que no es suficiente, que tenemos que estar haciendo práctica de muerte del ego de instante en instante.

V.M.  RABOLÚ.  Momento  en  momento,  esté  uno  en  su  trabajo,  esté  en  su  negocio, hablando con una persona que sea, ahí tiene que estar uno a ver qué elemento psíquico se puede manifestar ahí o se está manifestando.

PREGUNTA. ¿Con una hora al día no vamos a morir?

V.M. RABOLÚ. No, no, no, no, no, es todo el tiempo, si es que uno quiere morir; todo el tiempo, no cansarse uno.

PREGUNTA. En ese caso ya dejaríamos la práctica de la muerte del ego, quedaría aparte, porque estaríamos trabajando todo el día, ¿no?

V.M. RABOLÚ. Todo el día.

PREGUNTA. ¿Y la otra ya la dejamos aparte?

V.M. RABOLÚ. Esta otra, que por ejemplo que trabajamos, que nos la dio el Maestro, esa queda aparte, porque uno está entendido es con todo, con todos los derivados de los elementos psíquicos.

PREGUNTA. Pero podríamos dedicarle esa práctica, se me ocurre, a ese defecto o a ese detalle más fuerte, ¿tratar de comprenderlo un poco más profundamente?

V.M. RABOLÚ. No, al que insiste pues se le da “en la torre” de una vez, cuantas veces quiera insistir, dale, que en una de esas tiene que morir, tiene que morir.

PREGUNTA. ¿Esta práctica de la meditación de la muerte del ego la dejaríamos fuera de los cursos o hay que explicarlo?

V.M. RABOLÚ. Pues yo creo que eso es perder el tiempo, eso es perder el tiempo.

PREGUNTA. Entonces, ¿ese ejercicio retrospectivo, de cuando se manifestó un defecto en la infancia?

V.M. RABOLÚ. Con este trabajo no necesita uno de nada de eso; estar de instante en instante, de momento en momento.

PREGUNTA. ¿Eso es más directo?

V.M. RABOLÚ. Sí.

PREGUNTA. Esta es una revolución completa del morir.

V.M. RABOLÚ. Sí, ¡una revolución!, pues yo ese sistema lo tuve desde cuando comencé, pero yo creí que todo el mundo trabajaba lo mismo; ahora viendo por la correspondencia que tanta gente, casi todo el mundo, “que la muerte, que la muerte, que no qué” y ninguno morir, y dije ¿este asunto por qué?, pues claro, se le van al grueso y a los detalles los dejan, que ahí es donde se alimenta el ego, ¡sí!, esa es la conclusión a que llegué yo.

PREGUNTA. Vamos. Si por ejemplo uno durante el día, algunos de esos detalles que uno ve que por algún mal que ha hecho, por algo, uno siente dolor por allí dentro; luego uno solo en su casa, en su habitación, debería uno de... ¿muchas veces que surge de uno no?, de centrarse más en ese defecto, ver mo ha salido, pedirle, seguir pidiendo a la Divina Madre por ese defecto que durante el día...

V.M. RABO. No, estar en alerta de mismo, para cuando quiera volverse a manifestar
¡dale!, así es lo mejor; así deja uno de cometer errores y es muriendo. Es que cuando uno se olvida de uno, ahí está el problema, pues comete errores uno.

PREGUNTA. ¿Detalles tenemos que entender que son cualquier cosita?

V.M. RABOLÚ. Diminutos, cosas diminutas.

PREGUNTA. Una persona nos habla, sonreímos de una forma así como autosuficiente, eso es un detalle; interrumpimos a otro cuando va a hablar, ¿es otro detalle?

V.M. RABO. Fíjense, eso en lo interno por ejemplo es gravísimo. Por ejemplo ustedes están  conversando  los  dos  ahí,  llego  yo:  “bla,  bla,  bla”  como  dándomelas  de  muy importante y les corto la conversación a ustedes, ¡ay! ¡ay! ¡ay! castigo le pegan a uno, castigo; a mí no me da pena decir porque a mí me han castigado por imprudencias así y duro.

Una vez estaba el Maestro conversando con otro Maestro en la Iglesia Gnóstica. Yo estaba en mi trabajo, pues yo siempre todas las noches me toca trabajar. Cuando se me olvidó preguntarle algo al Maestro y me fui para la Iglesia, entré, el Maestro estaba conversando con otro, yo con el afán de volver a mi trabajo: “Maestro que bla, bla, bla...”, “Arrodíllate ahí” en la mitad del salón de la Iglesia Gnóstica arrodillado, tres horas.

Entraban y salían los Maestros y los demás condiscípulos míos y me miraban ahí como una “estampilla” en la mitad del salón, ahí. A las tres horas fue que me levantó el castigo y dijo: “Y es para que..., usted no es más importante que ese señor que estaba hablando conmigo, no qué”; bueno, me pegó pero qué regaño tan horrible, después de tres horas arrodillado. Allá le dan una disciplina muy rígida a uno, mucho

PREGUNTA. Y por qué uno no trae esa disciplina al físico, Maestro; por ejemplo, si uno recibe esos castigo allá, ¿por qué no trae eso al físico?

V.M. RABOLÚ. Porque mire, es que uno al despertar, cuando vuelve al cuerpo, despierta, y con un brazo que mueva o se mueva, ya perdió el recuerdo. Hay que despertar, uno sabe que ha despertado, abrió los ojos, cierre los ojos y trate de recordar y verá que recuerda, sí, pero como uno se mueva ya perdió el recuerdo.

PREGUNTA. En el Centro de Frankfurt, preguntan si ese mantram Raom-Gaom para recordar los sueños, si eso ¿es recomendable enseñarlo o es una pérdida de tiempo?

V.M. RABO. Mire, el mejor mantram es el que les estaba diciendo, no moverse; ni una mano ni nada, quieto y cierra los ojos y trate de recordar y ahí saca uno todo.

PREGUNTA. Maestro, también con respecto a la muerte, esto que nos dice el Maestro Samael, de que la lujuria se trabaja toda la vida, asociada con otro defecto, ¿mo hay que entenderlo?

V.M. RABOLÚ. Toda la vida, toda la vida, la lujuria son miles y miles de demonios.

PREGUNTA. ¿Como cualquier otro?

V.M. RABO. Sí, lo mismo, igual o mejor dicho no hay excepción de los defectos de uno, todos tienen el mismo alimento, sus ramificaciones, manifestaciones diminutas. Por ejemplo: hay una dama ahí, yo le puse el brazo mío, ¿qué es?, un detalle, una manifestación de la lujuria, ahí está; al darle la mano a la dama, apretársela, es una manifestación de la lujuria. Sí, es que no, no, no, son miles y miles de detalles y en todo se manifiestan.

PREGUNTA.  Que  no  son  solamente  hechos  externos  sino  también  pensamientos  o impulsos...

V.M. RABOLÚ. No, no, no, no, echarle un piropo a una mujer por la calle, por ahí, ¡ya!
eso es un detalle de lujuria.

PREGUNTA. Uno le dice a una amiga: “qué linda estás hoy”.

V.M. RABOLÚ. Ya ahí está.

PREGUNTA. Y uno cree que eso no es.

V.M. RABOLÚ. No, sí es. PREGUNTA. ¿O no dice nada y piensa? V.M. RABOLÚ. ¡Pero piensa!... Sí.
PREGUNTA. Eso es lo que el Maestro Samael quería que la vida fuera edificante y dignificante, eso es, elevar el...

V.M. RABOLÚ. Sí, sí

PREGUNTA. ¿Qué trabajo es necesario para el rasgo psicológico?

PREGUNTA. Ella quiere saber el rasgo psicológico principal, el rasgo característico, que tiene que buscarlo.

V.M. RABO. Buscarlo, bueno con este trabajo, ya prácticamente ahí va, entra uno es como un soldado enfrentándose a un gran ejército, a defenderse; al primero que se asomó, a ese se le dio, ¡sí! ahí se le dio.

PREGUNTA. Debe ser terrible esa batalla.

V.M. RABOLÚ. Esa es la Gran Batalla que habla la Biblia, esa es la Gran Batalla; uno contra miles y tiene que jugarse uno el todo por el todo ahí.

PREGUNTA. Y esa soledad que uno siente en ese trabajo, eso, a veces uno cree que se está poniendo...

V.M. RABOLÚ. No. Y hay veces que uno se siente abandonado de las Jerarquías y de todo el mundo, abandonado totalmente, se siente y se ve; y si es en lo interno es peor allá, allá sí es notorio, porque uno va por su camino, ni Madre Divina ni Jerarquías ni ser humano ni nada. Es totalmente solo, totalmente.

PREGUNTA. ¿En lo interno?

V.M. RABO. En lo interno, pero si hay alguien... mejor dicho todos están las vistas puestas sobre uno, todas las Jerarquías, porque no es que esté abandonado; uno se siente y se  ve  abandonado,  pero  mentiras,  abra  uno  la  boca  y  pida  auxilio  para  que  vea, instantáneamente tiene la ayuda, pero se ve uno solo, totalmente.

PREGUNTA. Y cómo se manifiesta eso físicamente aquí, ¿la vida se vuelve...?

V.M. RABOLÚ. Bueno, aquí hay Iniciaciones, por ejemplo, que se le voltea todo el mundo en contra. A mí hasta la mujer, los hijos, los gnósticos, todo el mundo me volteó la espalda. Yo enfermo en una cama y sin un centavo con qué curarme, con qué comprarme ni una pastilla y duré yo varios días, meses mejor dicho en ese estado, que ahí es donde la mente de uno lo ataca por todo lado. Me acuerdo que el ego me decía: “dónde están las Jerarquías que tanto habla, dónde están tus amigos, dónde están los gnósticos, ¡deja eso!”, ¡sí!. Así pero claro lo oye uno todo.

Usted sabe, uno enfermo, tendido en una cama, sin poder caminar, sin un centavo, que hasta la mujer y los hijos volteados en contra, ¿ah?, todo el mundo, nadie me visitaba, ¿ah? Y ahí para acabar de completar por ejemplo, ya como que se aburrieron mucho de tenerme ahí y fueron y me llevaron al hospital de Ciénaga, me botaron allí de caridad y no volvieron a verme, nadie. Es duro, es duro, que entonces ahí el ego aprovecha esos momentos para quererlo sacar a uno de la enseñanza, hacerle ver que las Jerarquías, eso es paja, que los gnósticos, que la Gnosis, que eso es una inventada por un hombre, en fin, todas esas cosas, pero una serie de cosas que le llegan a uno.

PREGUNTA. ¿Que lo pueden sacar?

V.M. RABOLÚ. Sí, pueden sacarlo.

PREGUNTA. Maestro, en las prácticas que hay puestas en los grupos, que hacemos en grupo de muerte del ego, ¿mo podríamos entonces ahora para enfocarlas?

V.M. RABO. Bueno, pueden seguirlas, porque el calor del grupo da fuerza, pueden seguirlas así, ¿no? porque siempre la unión hace la fuerza. Se necesitan esas reuniones, todas esas cosas, porque tienen más o menos los mismos fines; entonces forman una fuerza que le sirve individualmente a cada uno

PREGUNTA. ¿Pero ya habrían temas que se podrían ya no enseñar?

V.M. RABO. Por ejemplo, este tema para mí es básico y fundamental para todos los grupos, todo estudiante. El que quiera morir que empiece por ahí; de lo contrario no muere nunca. Y ahí está la prueba: cuánta gente de veinte, treinta años, ¡vivitos!, ¿por qué?, porque trabajaban como lo había indicado el Maestro sin acordarse de los detalles, no había quién en realidad explicara los detalles. El Maestro lo explicó pero muy diferentes los términos; “que morir de instante en instante, de momento en momento”, él lo explicó pero entonces no entendíamos.

PREGUNTA. Fundamentalmente es lanzarse de lleno, darse “limón” a todas horas, ¿no?, como se dice, o negarse a sí mismo en todo momento, ¿no?

V.M. RABOLÚ. Mire, para negarse uno, necesita uno haberse conocido muy bien. Cuando uno sabe que uno no es nada, es una sombra, es una basura ante las Jerarquías, es cuando uno despierta y le toca entrar a uno a Templos Sagrados que le da remordimiento, le da vergüenza de uno mismo, de ver que por donde pasa uno deja la mancha; entonces ahí se da uno cuenta que uno no es nada, pero nada, ¡sí! Le da a uno vergüenza, como que se arrepiente de uno mismo, de ver la situación que está uno ante las Jerarquías.

Entonces ahí empieza uno verdaderamente a comprender que uno no es nada y entonces a rechazar todas esas vanidades y todas esas cosas de uno, ilusorias, que hacen ilusión en uno.

PREGUNTA. Pero muchas personas Maestro, por ejemplo, con esto de que nosotros no somos nada, entonces forman un problema; hay un problema físico, sí, cosas de la vida, dicen: eso no tiene importancia, total no somos nada, para qué identificarnos con esas tonteras de la vida...

V.M. RABO. Es que uno debe actuar de acuerdo a la dimensión donde se encuentra, que aquí tenemos problemas físicos, resolverlos físicamente, ¡claro!

PREGUNTA. No dejarlo así, así como vino se va…

V.M. RABOLÚ. No, no, no, no. Fíjense ahora, por ejemplo aquí en Colombia. Yo hice un curso  de  diplomacia,  muy  bien  hecho  en  los  mundos  internos,  que  saqué  buenas calificaciones, como diplomático. Utilicé la diplomacia aquí, físicamente en el Movimiento. ¿Qué estaba pasando?, el Movimiento iba para abajo, todo, porque entonces se aprovechan de eso, para hacer fechorías y hacer todo, cada cual lo que le da la gana. Entonces, ahora me tocó y la vez pasada, en la otra Asamblea les dije: “Voy a manejar el Movimiento con vara de hierro”, eso debe estar grabado; y empe a manejar con vara de hierro, ¿por qué?, porque estaban abusando demasiado ya. Entonces en este mundo nos toca desenvolvernos así; la diplomacia perjudica, es mejor la verdad de una vez, ¡ya!

Fueron miles de estudiantes los que se fueron aquí a pique en Colombia, porque mandé hacer una revisión general y eso quedó en nada. Los que estaban en orden quedaron y los que estaban en su desorden y querían hacer de la Gnosis lo que les daba la gana, ¡fuera con ellos! Una escogida.

Yo  les  he  hablado  mucho  de  la  selección  y  nadie  le  ha  querido  parar  bolas:  “no,  la selección”. Ahora que se hizo una selección, se sacó una cantidad de basura y queda lo que más o menos ve uno que pueda servir y así, así es. El Movimiento Gnóstico, no se imagine ninguno de ustedes ni se hagan ilusiones de que es cantidad, ¡no!, buscamos una calidad. Puede ser uno, uno solo nada más, pero la calidad es la que vale, no la cantidad.

A la cantidad les entrega uno el conocimiento, como obligación de uno, pero el que no aprovechó, no aprovechó; ya.

mo será, ahora días por ejemplo teníamos una reunión en el Tribunal; la orden máxima fue, el que esté contra el Espíritu Santo, pecando contra el Espíritu Santo y contra el Cristo: “al abismo”. Orden de la máxima autoridad de allá.

PREGUNTA. ¿Toda la humanidad o gnósticos?

V.M. RABOLÚ. Lo que caiga, gnóstico y no gnóstico. Entonces me pareció muy dura, me pareció demasiado tajante; entonces apelé porque me acordé de que hay personas que  tienen muy buena intención y están empezando a trabajar, ¿no?, y quieren verdaderamente superarse,

Entonces les dije yo: No estoy de acuerdo con esa orden, porque hay personas que están empezando hasta ahora un trabajo, que han llegado al Conocimiento y están empezando un trabajo, entonces a esas personas no puede uno mandarlas al abismo. En vez de mandarlos al abismo se deben ayudar en todo sentido, para que esas personas puedan verdaderamente surgir, o sino no surgiría nadie”. Aceptaron, me aceptaron la sugerencia que hice yo, porque me pareció muy duro.

PREGUNTA. Maestro, referente a esa pregunta. En el grupo de nosotros en Alemania, tenemos  a  una  dama,  que  es  de  la  fase  B  Avanzada  y  ella  ha  estado  prácticamente bloqueada ahí, porque ella dice, ella no hace el segundo factor, porque de acuerdo a ella, ella tiene que ser un poquito mejor, pura en el sentido más limpia, para hacer el segundo factor y yo le dije: “tenemos que empezar a hacer ese segundo factor pero conociéndonos, estando atento a la manifestación del ego de la lujuria”.

V.M. RABOLÚ. Es que mire... está perdiendo el tiempo esa dama ahí; en el camino es que se arreglan las cargas.

PREGUNTA. Pero no le entra, Maestro, es que no le entra

V.M. RABOLÚ. Bueno, un capricho ya, pero honradamente está perdiendo el tiempo. Si uno empieza a prepararse, “hasta que no esté preparado no voy a entregarle el conocimiento a la humanidad”, no lo entrega nunca. Todos empezamos por cero, hay que empezar, lo importante es comenzar ya; todos hemos partido de cero y estamos en cero, se puede decir.

PREGUNTA. La excusa de ella es que ella dice que ella no quiere ser utilizada, porque se siente como utilizada, que ahora solamente la utilizan con un solo fin, de que su esposo quiere surgir, alzarse y ella no tiene ese chance.

V.M. RABOLÚ. Pero mire, por qué ese complejo de las mujeres, bueno que nosotros mismos hemos tenido la culpa pero si la mujer tiene las mismas posibilidades del varón; lo mismo exactamente igual. Hasta en el Camino Iniciático tienen más preferencia las mujeres que uno, hay preferencia para la mujer. Entonces, tienen toda la ayuda, y ¿por qué entonces se meten esos caprichos?

Miremos: “yo soy muy macho, que no qué, usted que es lunar y que yo solar”, ¿cuál solar?, si yo no he fabricado mis Cuerpos Solares soy lunar, tanto como cualquier vieja, como una mujer, exactamente igual; entonces cuál es el positivo y el negativo. Tanto la mujer es negativa como uno es negativo también, exactamente igual. Entonces quítense ese complejo de la cabeza, quítense eso porque eso está mal.

De modo pues que si uno no ha fabricado los Cuerpos Solares es una dama en los Mundos
Superiores, es una dama que usa hasta “pollerita”.


PREGUNTA. ¿Pero las mujeres en lo interno son hombres?

V.M. RABO. Porque ellas por el complejo de ellas, siempre desean en el fondo de ellas haber sido varones y entonces allá asumen la figura del varón, con los órganos y todo del varón;  y  uno  de  dama,  figúrense  ustedes  a  la  inversa,  allá  enamorándonos  ustedes  a nosotros (risa) ¡no!, de verdad, eso es cierto.

PREGUNTA. Pero ese complejo viene desde niños, Maestro.

V.M. RABOLÚ. En el Movimiento Gnóstico hay que quitar ese complejo a la dama, las damas tienen el mismo derecho de uno, exactamente igual.

PREGUNTA. También dicen que la mujer no puede llegar a los últimos grados iniciáticos,
¿eso no es verdad?

V.M. RABOLÚ. Puede liberarse con el cuerpo femenino, eso no le impide, no tiene nada, entonces Dios o las Jerarquías serían injustas en hacer deficiente a la mujer y a uno no, entonces no habría justicia ahí, ¿no? Entonces tenemos las mismas posibilidades, lo mismo. Tienen que quitarse ese complejo las damas, y en los grupos gnósticos explicar eso, para que se vayan quitando ese complejo, porque ese complejo en el fondo les perjudica, ¿no?

PREGUNTA. es cierto Maestro, porque por ejemplo a me gusta ser clara con... me gusta dialogar con las damas, con los caballeros así aparte, cuando me doy cuenta que ¡tan!, y un día le agarré y le dije “qué te pasa, háblame soy igual que tú” y me decía: “a mí me utilizan, yo me siento utilizada, yo no quiero hacer el segundo factor hasta que no esté limpia”. “Otra cosa; las Jerarquías no hablan de damas, ¿por qué esa discriminación?

V.M. RABOLÚ. Voy a decirles por qué no se habla de las damas. Porque una dama que fabricó sus Cuerpos Solares, pasa a ser un Maestro allá; pónganmele bien cuidado a eso. Allá no se tiene en cuenta la parte femenina, sino es la construcción de su propio Templo, que pasan a ser Maestros; entonces la parte femenina allá se pierde, no se tiene en cuenta.

PREGUNTA. ¿Y la masculina también?

V.M. RABO. también, sí, porque si usted no trabaja es una dama allá; entonces quítense esos complejos de la cabeza, quítense eso, que las Jerarquías no hablan de las Maestras o tal cosa, porque allá es el Maestro fulano de tal el Venerable Maestro fulano de tal. Puede ser el cuerpo aquí de una dama, no importa, es el trabajo que se mira y se mide,
¡eso!

PREGUNTA. Maestro, en conferencias públicas por lo menos en España, estamos ya hablando sobre la suprasexualidad y el trabajo con el segundo factor, a lo largo del temario también se habla en algunos temas, hasta que se lleva en el tema veinticinco de la fase B, me parece que es en el nuevo temario, se da el Arcano, entonces la Pregunta es: Si no le parece que es un poco tarde porque la experiencia que estamos recogiendo es que con toda


esta información y los libros del Maestro Samael, que los leen claro, pues las personas se lanzan a hacer las prácticas con el segundo factor.

V.M. RABOLÚ. No, eso hay que darles la orientación bien desde el comienzo, sobre el
Arcano, para que no cometan errores, sí.

PREGUNTA. Entonces, usted no ve mal que se entregue el Arcano pronto, ¿en fase A
incluso?

V.M. RABOLÚ. En fase A, porque el casado tiene que tener la orientación y si no le da uno la orientación cometen errores.

PREGUNTA. Concretamente una pareja, por ejemplo nos planteaba, habían leído -están en fase A-, habían leído ya algún libro del Maestro Samael y estaban escuchando cómo se hablaba de la sexualidad. Entonces ellos decían: “ya hacer de la sexualidad lo que hacíamos antes, pues no nos sentimos a gusto, porque vemos que no es correcto”, pero tampoco sabían cómo hacer lo nuevo; bueno en este caso se les dio la práctica.

V.M. RABOLÚ. ¡Claro!

PREGUNTA. Pero hay algunos instructores muy reacios a hablar en público enseguida de estos temas; hasta el final.

V.M. RABO. No, eso se puede dar menos de la mitad de la fase A, entregarlos porque eso es una necesidad.

PREGUNTA. ¿Sobre todo a las personas que están casadas, que ya pueden empezar a practicar?

V.M. RABOLÚ. Sí, a los casados y solteros que se les explica, porque esa es una base que no podemos callarla,

PREGUNTA. Creo que hay una orientación suya que me parece muy razonable; que un hombre se lo dé a los hombres y una mujer a las mujeres.

V.M. RABOLÚ. ¡Sí!

PREGUNTA. ¿Para que haya más confianza?

V.M. RABOLÚ. Sí más confianza, más confianza, ¡claro!, sí eso sí queda bien.

PREGUNTA. Maestro ya usted sabe cómo somos de golosos, si usted ya está cansado...

V.M. RABOLÚ. Mire, yo los invito si quieren a las seis de la tarde, porque yo quiero aprovechar el tiempo al máximo, puede ser a las cinco.



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