Libro: Síntesis de Las Tres Montañas.-
Autor: V.M. Rabolú.- Capítulo: Primera Montaña
Mucho se ha
hablado del camino
iniciático. Ahora me
permito explicar más detalladamente, el camino hacia la Liberación.
Tenemos que empezar a elaborar nuestras propias energías.
Sabemos que el ser humano es una máquina que tiene siete centros: dos
superiores y cinco inferiores. Estos cinco centros no trabajan con su propio
hidrógeno, por lo cual la máquina humana anda mal, trabaja muy mal.
Sabemos muy bien que de estos cinco centros inferiores, los
cuatro primeros roban la energía del quinto, que es el centro sexual. Por eso
nadie puede llegar a la castidad si no organiza primeramente su máquina humana;
que estos centros o cilindros trabajen debidamente, cada uno con su propia
energía. Así podremos fabricar el hidrógeno 12, que es el del centro sexual.
Mientras no hagamos este trabajo es perder tiempo, porque
siempre la parte sexual estará desequilibrada, lo mismo que los otros centros.
El hidrógeno 12 es el hidrógeno del sexo, con que trabaja el sexo normalmente,
y el Si-12 es ya cuando se transmuta por medio de la castidad científica
Por medio de la muerte de aquellos elementos psíquicos
diminutos, que se manifiestan a cada instante, a cada momento en uno, ya sea de
lujuria, de orgullo, de venganza, de odio, de robo, en fin, todos estos
detalles son los que roban y desequilibran la energía sexual y no le permiten a
la persona llegar a la castidad, puesto que no está trabajando con su energía
cada centro.
El uno roba al uno, el otro roba al otro, todos roban al
centro sexual y a la vez el centro sexual, para poder funcionar, roba también
la energía a los otros centros, donde se desequilibra totalmente la máquina humana.
Un cruce de hidrógenos que no lo Lleva a un equilibrio, sino que sigue
alimentando a estos elementos psíquicos, sin esperanza de Llegar al camino de
la iniciación.
Así es como está funcionando todo el estudiantado gnóstico
actualmente, sin excepción, porque nadie ha hecho este trabajo como lo estoy
indicando aquí.
Quien quiera llegar a equilibrar su máquina humana, debe
empezar a ir eliminando cuanto detalle se manifieste, por diminuto que sea,
pidiéndole a su Madre Divina la eliminación.
Así es que
vamos equilibrando la
máquina humana, para
lograr verdaderamente nuestro fin, que es el camino iniciático.
Durante el día están manifestándose todos estos elementos
psíquicos, que son los que alimentan al Ego. Con este tipo de muerte va clasificando
la energía para cada centro, hasta que quedan normalmente trabajando y podemos
entonces elaborar el Si-12 por medio de la transmutación, que es el que nos
permite entrar por el camino iniciático, despertar el fuego sagrado y empezar a
ascender por la primera montaña.
Cuando se empieza a trabajar con la muerte, tal como lo he
enseñado y lo explico, vienen los cambios de la energía en el discípulo. Uno
empieza con el mercurio negro, segundo el blanco, tercero el amarillo y cuarto
el rojo. El rojo ya es el fuego sagrado. Despierta y empieza a ascender por la
médula espinal.
Este es el principio del trabajo que tenemos que realizar.
No hay otro camino para empezar la primera montaña o el trabajo esotérico.
Pueden buscar por donde quieran, si no se empieza por ahí no ha empezado el
trabajo. Aquí mueren las teorías y los hechos son los que sacan adelante al
discípulo.
De modo, pues, que aquí son hechos y no palabras. Los
discursos son muy bonitos pero con los discursos nadie sale de donde está. Con
paciencia se consigue todo lo que uno quiera y es lógico que el camino es
difícil pero no imposible.
El V. M. Samael habló de todo esto, nos enseñó, luchó, pero
nadie ha querido llegar a la práctica, a obedecer lo que el Maestro Samael nos
indicó en todas sus obras, sino que lo convirtieron en puras teorías,
discusiones, que aquel sabe más que el otro y así sucesivamente. Se
convirtieron en un poco de loros, hablando de lo que no conocen.
El ascenso por la primera montaña
Cuando trabaja uno con el hidrógeno Si-12, despertó su fuego
sagrado, empezó a ascender la primera montaña, ya es aceptado como discípulo.
Recuerde, querido lector, que la primera montaña son las iniciaciones de Fuego,
donde de acuerdo con el trabajo psicológico que vaya haciendo el discípulo, va
ascendiendo el fuego sagrado con más rapidez.
De modo, pues, que esto tiene que llevar equilibrio entre la
muerte y el nacimiento, si es que quiere verdaderamente avanzar por el camino,
porque esta energía, el fuego sagrado, asciende es de acuerdo con los méritos
del corazón. Un egoísta demora muchísimo tiempo, el triple de veces para
ascender el fuego, puesto que es una persona que no quiere sino todo para ella
y no enseñar a los demás. O sea, que no le importa la humanidad y es lo
principal que debe tener un iniciado: tener en cuenta que si él quiere
salvarse, debe bregar a salvar a los demás para que no fracasen. Eso se llama
Amor.
En la primera vértebra que se gana recibe la espada: una
espadita pequeña, cacha blanca, que de una vez tiene que ponérsela en el cinto
porque la Logia Negra se le viene encima, a bregarle a quitar esa vértebra que
se ganó y con esa espada tiene que defender su trabajo, porque le ha costado.
Las magas negras le llueven por montones, ya física, ya internamente, para
bregarle a robar el fuego que se ganó.
Y a medida que va subiendo el fuego va alargando la espada,
hasta que encarna a su Intimo, que ya viene a ser la espada flamígera; la
espada de mágicos poderes, que tiene poder sobre la Naturaleza.
Cuando uno encarna al Íntimo lo coge la Ley del Siete, sea
que el Íntimo cada 7 años se va manifestando con más fuerza, más sabiduría, más
esplendor, más poder dentro de sí, hasta que llega a la edad de los 42 años. No
hay que hacerse ilusiones que porque encarnó al Intimo ya va a quedar con toda
la sabiduría y toda la fuerza, porque él nace como cualquier niño y va
creciendo y expresándose por la Ley del Siete, hasta llegar a la edad madura
que son los 42 años, que ahí sí está en todo su esplendor.
Cuando se habla de años, no se está hablando de años físicos
o tridimensionales sino años esotéricos.
Así vamos ganando vértebra por vértebra, van despertando los
chakras e iglesias. El iniciado va dominando los cuatro elementos de la
Naturaleza, a medida que va ascendiendo; hasta cuando llega a la quinta de
Mayores, que es calificaclo como hombre auténtico. En la quinta iniciación de
Mayores es cuando el iniciado escoge el camino: la directa o la espiral.
El camino se escoge de acuerdo con la revolución de la
Conciencia: si es una persona pasiva, pues escoge la espiral; si es
revolucionaria escoge el camino directo. El que coge la espiral es porque no le
interesa su Liberación y la espiral no la aconsejo yo ni a un enemigo, porque
no llega nunca a la Liberación.
De modo, pues, que invito a aquellos revolucionarios, a que
reflexionen y se jueguen el todo por el todo.
El camino directo trae triunfos, pagos que le hace la
Jerarquía a uno. Por la espiral no hay triunfos, ni pagos ni nada.
Cuando ya escoge el camino y escoge la directa, es que viene
a encarnar la triada primaria, que es Atman, Budhi, Manas.
Cuando uno fabrica su cuerpo causal (Manas), de hecho se
encarnan las dos fuerzas superiores y queda un iniciado de Misterios Mayores.
Ya queda convertido en un Maestro de Misterios Mayores, Misterios del Fuego;
pero no hay que confundir los Misterios del Fuego con las iniciaciones de Oro,
que son completamente diferentes.
Esta aclaración la hago para que todo el que lea esta obra
sepa qué es lo que tiene que hacer primero, para comenzar la primera montaña.
Cuando se encarnan esas tres fuerzas dentro del iniciado, se
convierte en un gran Maestro. Tiene derecho en la culminación de esa montaña a
pasar a una capilla redonda, muy
hermosa, donde puede
darse un descanso:
meditar, hacer un
recuento o retrospección de todo
su trabajo que acaba de realizar. Esto es minucioso, porque ahí queda mucha
sabiduría para el Maestro manifestarla más tarde, para luego renunciar ahí a
esa felicidad y emprender la segunda montaña.
Este es como un descanso para el iniciado, una recuperación
de fuerzas para poder emprender la segunda montaña, donde ya va a fabricar los
cuerpos de Oro o cuerpos existenciales del Ser. Eso es mucho más estricto, más
minucioso.
Libro: Síntesis de Las Tres Montañas.-
Autor: V.M. Rabolú.- Capítulo: Seguna Montaña
A medida que empieza el iniciado a trabajar con la
fabricación de los cuerpos de Oro, aquellos de Fuego van muriendo y van siendo
reemplazados por los de Oro.
En la segunda montaña es mucho más exigente el trabajo que
en la primera; no se puede dar un paso sino en base a la muerte y nacimiento, o
sean Tres Factores definitivamente. Quien no está muriendo en la segunda
montaña, no puede seguir adelante y no se puede quedar estático porque sube o
baja y como no está muriendo, tiene que bajar. La muerte es básica y
fundamental para poder ir escalando por esta segunda montaña.
En esta segunda montaña no hay descanso para el iniciado,
porque la Ley está encima. Cuando uno quiere sentarse a descansar la Ley le cae
y le dice: "Circule, circule". O sea, no se puede quedar quieto.
Ahí es donde empieza el drama de Jesús, el Cristo. El Drama
Cósmico que cada iniciado debe vivir en los mundos internos, pasó a paso pero
muy consciente, porque ahí no se puede dar un paso sin tener Conciencia. Se
vuelve aquel Drama tan consciente, que uno cree a ratos que es en carne viva
que está, porque no hay paso que dio Jesús que no lo tenga que dar uno: el
dolor, la amargura, todo se siente como si fuera en carne viva.
Por eso el Maestro Jesús dijo: "YO SOY EL CAMINO, YO
SOY LA VERDAD", porque nadie podrá llegar al Padre si no es por medio del
Cristo, la Cristificación total.
En la segunda montaña es donde se da el lujo de encarnar al
Cristo Interno, individual, el de todos los poderes sobre el Cosmos, sobre la
Naturaleza y sobre todo. Este niño es de una figura bellísima, que no se puede
explicar verbalmente porque el verbo desfigura. También lo coge la Ley del
Siete. El nace como un niño pequeñísimo, de brazos y va creciendo de acuerdo
con los Tres Factores que vaya el iniciado trabajando y al Amor, porque el
alimento del Cristo es el Amor, porque él es Amor.
A medida que va ascendiendo el iniciado, el niño va
creciendo y se va manifestando con más poder y más sabiduría. Va despertando
sus facultades terriblemente poderosas, donde ya tiene poder sobre el Cosmos y
sobre todas las creaciones.
Cuando este niño se desarrolla, que se fabrica el Cuerpo
Causal de Oro, es donde se recibe la auténtica Iniciación Venusta. Ahí es donde
ya tiene que empezar a desintegrar el Yo Causa totalmente, que no quede ni la
sombra de los defectos, para poder tener acceso a la tercera montaña.
Por eso es que el iniciado tiene que desintegrar el Yo
Causa. Sin la desintegración del Yo Causa no podrá jamás pisar las puertas del
Absoluto, porque puede haber encarnado a Padre, Hijo y Espíritu Santo dentro de
sí, pero ese Padre, Hijo y Espíritu Santo ante el
Absoluto son mecánicos, no puede penetrar porque el Rayo de
la Creación está dividido en tres leyes, que no le permite entrar al Absoluto.
Por eso se dice que "Dios mismo tiene que morir",
porque al haber encarnado ese iniciado las tres fuerzas superiores, Padre, Hijo
y Espíritu Santo, es un Dios, capaz de crear por medio del verbo; pero como
ante el Absoluto son mecánicas, él tiene que pasar por una gran muerte mística
para poder las leyes fusionarse en una sola.
Libro: Síntesis de Las Tres Montañas.-
Autor: V.M. Rabolú.- Capítulo: Tercera Montaña
Como les decía, la tercera montaña es la muerte mística de
dos leyes, para fusionarse en una. Estas se llaman las iniciaciones de Luz.
Este ya es un iniciado de Luz, porque ha muerto el Yo Causa en su totalidad;
porque ha tenido el iniciado que eliminar el Yo Causa, el ciento por ciento.
Entonces se convierte en "EL HIJO MUY AMADO DEL PADRE", un Hijo de la
Luz.
Aquel que llega a esta etapa de la Cristificación total se
convierte en un Hijo de la Luz y del Amor, porque es una fuerza universal y
cósmica, consciente a todo instante y a todo momento, sin perder la individualidad.
Estos son los Hijos de la Luz, aquellos que llegan a
cristificarse totalmente, que no queda mancha ni por dentro ni por fuera, ni
las sombras siquiera del Ego. Ahí es cuando puede regresar al seno del Padre,
lleno de felicidad absoluta y con plena libertad, porque es una libertad
auténtica. Se llega a la inmortalidad, donde puede conservar sus vehículos sin
estar sujetos a leyes ni a tiempo.
Por eso Jesús tiene su cuerpo físico, todos sus cuerpos
existenciales del Ser, fuera de tiempo. No tiene nada que ver el tiempo con
esos vehículos porque siempre estarán jóvenes y como él los quiera volver,
porque tiene el poder de la ubicuidad, por eso el símbolo del Gran Sepulcro y
la Gran Cruz, con su corona llena de piedras preciosas, vivas, que es la
culminación total de la tercera montaña. E1 símbolo del sepulcro es el símbolo
de cuando mueren las dos fuerzas para nacer como unidad.
Entonces, el símbolo del sepulcro o del ataúd es por la
muerte que tiene que pasar el iniciado, para luego crucificarse como un Cristo
y ponerse la Gran Corona, que simboliza la corona de "REY DE REYES".
A las dos leyes se las absorbe una y queda unido a la Gran
Ley, conectado al Absoluto directamente
por la Gran
Ley. Ese es
el símbolo de
los aztecas, EL ÁGUILA TRAGÁNDOSE A LA SERPIENTE, para
llegar a la unidad, a la Liberación total.
El Absoluto no se puede describir porque es de donde depende
la creación, todo lo existente. Está fuera de leyes porque es la Gran Ley. De
modo pues, que todo sale y vuelve al Absoluto. Las monadas salen inconscientes
y al realizar el trabajo que hago mención en esta obra, tienen que regresar con
el cien por ciento de Conciencia al Absoluto, a formar parte de la Gran
Conciencia y a gozar de esa felicidad absoluta.
Para tener derecho a quedarse en el Absoluto
definitivamente, el iniciado tiene que haber dejado a
un discípulo en
el camino ya
trabajando, para poder
darse el lujo
de desaparecer.
Mientras no deje un discípulo, un iniciado que haya escogido
el camino directo y esté haciendo su Revolución de la Conciencia con los Tres
Factores, no puede entrar al Absoluto a quedarse definitivamente sino tiene que
entrar y salir.
Por eso el Maestro Samael se dio el lujo de desaparecer de
esta humanidad, porque me dejaba a mí. Si no hubiera sido así el Maestro
estuviera aquí con nosotros físicamente, trabajando y luchando.
No doy más detalles en esta obra, porque el discípulo tiene
que por sí mismo descubrir los triunfos, los pagos y todos los premios que la
Jerarquía le va dando por sus grandes sacrificios.
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