Libro: Psicología
Revolucionaria.- Autor: V.M. Samael.- Capítulo: OBSERVACION DE SI MISMO
La Auto-Observación Íntima de si
mismo es un medio práctico para lograr una transformación radical.
Conocer y observar son diferentes.
Muchos confunden la observación de sí, con el conocer. Se conoce que estamos
sentados en una silla en una sala, más esto no significa que estemos observando
la silla.
Conocemos que en un instante dado
nos encontramos en un estado negativo, talvez con algún problema o preocupados
por este o aquel asunto en estado de desasosiego o incertidumbre, etc., pero
esto no significa que lo estemos observando.
¿Siente usted antipatía por alguien?
¿Le cae mal cierta persona? ¿Porqué? Ud. dirá que conoce a esa persona... ¿Por
favor? , obsérvela, conocer nunca es observar; no confunda el conocer con el
observar...
La observación de sí que es un
ciento por ciento activa, es un medio de cambio de sí, mientras el conocer, que
es pasivo, no lo es.
Ciertamente conocer no es un acto de
atención. La atención dirigida hacia dentro de uno mismo, hacia lo que está
sucediendo en nuestro interior, si es algo positivo, activo....
En el caso de una persona a quien se
tiene antipatía, así porque sí, porque nos viene en gana y muchas veces sin
motivo alguno, uno advierte la multitud de pensamientos que se acumulan en la
mente, el grupo de voces que hablan y gritan desordenadamente dentro de uno
mismo, lo que están diciendo, las emociones desagradables que surgen en nuestro
interior, el sabor desagradable que todo esto deja en nuestra psiquis, etc.,
etc., etc.
Obviamente en tal estado nos damos
cuenta también de que interiormente estamos tratando muy mal a la persona a
quien tenemos antipatía.
Más para ver todo esto se necesita
incuestionablemente de una atención dirigida intencionalmente hacia adentro de
si mismo; no de una atención pasiva.
La atención dinámica proviene
realmente del lado observante, mientras los pensamientos y las emociones
pertenecen al lado observado.
Todo esto nos hace comprender que el
conocer es algo completamente pasivo y mecánico, en contraste evidente con la
observación de sí que es un acto consciente.
No queremos con esto decir que no
exista la observación mecánica de sí, más tal tipo de observación nada tiene
que ver con la auto-observación psicológica a que nos estamos refiriendo.
Pensar y observar resultan también
muy diferentes. Cualquier sujeto puede darse el lujo de pensar sobre si mismo
todo lo que quiera, pero esto no quiere decir que se este observando realmente.
Necesitamos ver a los distintos
"Yoes" en acción, descubrirlos en nuestra psiquis, comprender que
dentro de cada uno de ellos existe un porcentaje de nuestra propia conciencia,
arrepentirnos de haberlos creado, etc.
Entonces exclamaremos. "¿Pero
qué está haciendo este YO?" "¿Qué está diciendo?" "¿Qué es
lo que quiere?" "¿Por qué me atormenta con su lujuria?",
"¿Con su ira?", etc., etc., etc.
Entonces veremos dentro de si
mismos, todo ese tren de pensamientos, emociones, deseos, pasiones, comedias
privadas, dramas personales, elaboradas mentiras, discursos, excusas,
morbosidades, lechos de placer, cuadros de lascivia, etc., etc., etc.
Muchas veces antes de dormirnos en
el preciso instante de transición entre vigilia y sueño sentimos dentro de
nuestra propia mente distintas voces que hablan entre sí, son los distintos
Yoes que deben romper en tales momentos toda la conexión con los distintos
centros de nuestra máquina orgánica a fin de sumergirse luego en el mundo
molecular, en la "Quinta Dimensión".
Interesante y buena orientación para saber mas de este conocimiento trascendental llamado Gnosis
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